Son muchas las actuaciones que promovemos y realizamos con el fin de participar en la educación y formación de nuestros hijos, tanto en conocimientos como en valores.
Básicamente las funciones de cualquier AMPA, son las siguientes:
- Asistir a los padres o tutores en todo aquello que concierne a la educación de nuestros hijos.
- Colaborar en las actividades educativas del colegio.
- Promover la participación de los padres de los alumnos en el control y gestión del centro.
- Representar a las familias de los alumnos en el Consejo Escolar y en otros órganos colegiados.
En la práctica este marco supone: informar, asesorar, apoyar, ayudar, etc. a las madres y padres a iniciativa de los mismos o de los componentes del AMPA en todos los aspectos referentes a la dinámica educativa del centro escolar.
Concretamente los fines específicos de nuestra Asociación están recogidos en sus Estatutos y entre otros podemos reseñar, procurar que los alumnos del Colegio reciban una educación científica, religiosa y humanística de alta calidad, orientada al pleno desarrollo de su personalidad, formación en valores, y al fomento de hábitos intelectuales, trabajo en equipo y espíritu crítico.
Los Estatutos vigentes fueron aprobados el día 26 de abril de 2.004, por la Asamblea General en sesión extraordinaria convocada al efecto, para su adaptación a la Ley 1/2002 de 22 de marzo, Reguladora del Derecho de Asociación.
¿Cómo debemos desarrollar nuestra actividad? Debemos desarrollar nuestra participación fomentando un adecuado clima de convivencia.
La participación de la familia como socio de la AMPA en el centro debe ser responsable y respetuosa, no debe interferir en el funcionamiento normal del centro, ni en el desarrollo de la actividad docente del profesor, sino el mejorar la calidad de la educación que reciben nuestros hijos, poniéndonos a su disposición y colaborando con ellos cuando así se nos pida.
En los Estatutos se recogen los derechos y obligaciones de los socios del AMPA, que si bien se insta a que los socios puedan formular a los Órganos Directivos quejas y proponer sugerencias que consideren necesarios para defender los intereses de los asociados y la mejor marcha de la Asociación, también obliga a los socios a colaborar, por los medios a su alcance, para aumentar el prestigio y eficacia del Colegio y de la Asociación.